
Llego a Barcelona justo a tiempo para coger el tren que conecta con el que lleva a Sitges. Tan
justo que en pleno anden las puertas se cierran y veo alejarse el tren. Hasta
dentro de media hora no pasa otro así que toca esperar y leer un tebeo de Doc
Savage que me he traído para el viaje. Después de una noche en la que no he
pegado ojo, estoy muy cansado así que me siento con mi bolsa y mi tebeo en el
suelo del anden a esperar con otro montón de gente que va llegando. Cuando por
fin tomo el tren que para en El Prat de Llobregat y tomo otro tren con
dirección Sitges este se detiene por algún problema técnico y nos tiene así
otra buena media hora. Comienza a llover mientras tanto. ¿He dicho a llover? A
diluviar quería decir y así hasta que por fin el tren llega a la estación de
Sitges. Parece que aquí solo chispea un poco, bien. Comienzo andar en dirección
al Melia, donde se encuentra el Auditori y todos los invitados del festival.
Comienzo a subir los 15 minutos de cuesta por unas calles que hacia seis años que
no pisaba. Y lo que era una agradable llovizna se convierte en una tromba de
agua increíble pero aquí estamos finalmente chorreando y empapado pero en el
hotel donde se supone que tengo que encontrarme con mi amigo. El telefono no le
funciona y no ha habido forma de localizarle. En un par de horas empieza una de
las pelis que ha venido a presentar y entonces será imposible localizarle.
Empiezo a pensar que no ha sido tan buena idea venir. De pronto como de la nada
aparece mi amigo. Hacia ya varios años que no nos veíamos pero el reencuentro
es calido… y humedo. Me dice si quiero cambiarme en su habitación y ponerme
ropa seca. Se lo agradezco en el alma.
De nuevo en el hall del hotel, mi amigo me lleva hacia donde
estan sentados algunos de los otros directores de su película. No hemos llegado
hasta alli cuando la responsable de prensa nos dice, bueno a mi amigo, que si
no preferimos pasar a la sala a esperar mientras llega la hora de la peli.
Claro, porqué no. Después lo repite en ingles para el resto. La chica nos
conduce hasta una puerta y la abre para que entremos. Y entonces es ese momento
en el que me asomo y veo lo que hay detrás de la cortina del Mago de Oz…
La sala esta llena de sofas y tiene una barra con un
camarero. El único ocupante de los sofas es Nacho Vigalondo que está
tranquilamente sentado leyendo un libro. Mi amigo y Nacho ya se conocen.
Vigalondo se me presenta muy amable. Charlamos un poco, descubro que finalmente
tenía razón hace meses cuando tuitee que cierta pornstar va estar en la nueva
peli de Vigalondo y rápidamente nos levantamos a por las primeras cervezas del
día. Así es amigos la salita VIP tiene barra libre. A medida que van cayendo más
cervezas, más directores se van uniendo en la sala; el noruego Thomas Malling con
el comienzo a hablar de cine y acabamos hablando de la crisis, el japonés Noburo Iguchi que no habla una palabra de
ingles, Jake West y la guapa Lucy
Clements e incluso el mítico y genial músico de películas Simon Boswell. Por
alli también pasa Denise Crosby, una de las jurados y actriz. De ella tuve cuando
era niño durante muchos años un Playboy en la que salía desnuda. Que pena no
conservarlo para que me lo firmara. La anécdota parece hacer gracia cuando la
balbuceo en inglés. Tambien descubro quién es Makinov… Makinov es tan solo otra
forma de decir Alan Smithee.
Llega la hora de la presentación, los “pegados” salimos a
buscar nuestros asientos en el Auditori. La verdad es que ya salgo un poco
mareado por las cervezas y no haber comido nada. El Auditori esta lleno a rebosar,
hay muchas ganas por ver la película y
la presentación es muy divertida. Las cervezas siguen corriendo durante la
proyección. No se si es la cerveza, el ambiente festivo o que, pero me lo paso
pipa viendo peleas de perros, desmembramientos, todo tipo de torturas e incluso
un water asesino.
Tras la proyección aprovechamos para comer un poco, una
buena hamburguesa regada con más cervezas. Durante más de tres horas mi amigo y
yo nos ponemos al día de nuestra vida, amigos comunes, familia y proyectos. Las
cervezas siguen cayendo pero ahora el ritmo ha bajado. Empalmamos con la cena
mientras Jaume Balaguero también cena unas mesas más allá. Una mujer se acerca a felicitar a mi amigo por
la película. La vio por la mañana y le afecto. Un gustazo. Incluso me
cruzo con Miguel Ángel Vivas que se me queda mirando con cara de
Yo-te-conozco-de-algo. Si, hemos coincidido muchas veces incluso, estudiamos
juntos en la universidad, pero nunca nos hemos tratado realmente.
De nuevo una chica de prensa nos interrumpe diciendo que
tenemos a William Lustig esperándonos en el coche. ¿Que el director de “Maniac”
nos está esperando? Esto tiene que ser un sueño. Nos montamos en el Mercedes en el que esta
Lustig. Mi amigo me lo presenta y tenemos una agradable conversación mientras
un chofer del festival nos lleva hasta el cine. El coche pasa entre los zombis que recorren la calle
del pueblo, aguerridos aficionados que llenan las calles pese la incesante
lluvia. El coche aparca y casi convierte en zombi real a un chaval, porque no
estaba el freno de mano echado. Momento de tensión. Una cola da la vuelta a la
manzana para ver la película. Alli nos encontramos de nuevo con Simon Boswell y
Lucy Clements. Escuchar hablar a Simon Boswell y William Lustig sobre la música
de Morricone en las pelis de Leone no tiene precio. Boswell me confiesa que lo
que yo creo una idea genial (grabar la música antes de rodar y utilizarla en el
set con los actores) , lo es solo en la teoría. Nacho Cerdá también se une a
ver la peli de mi amigo. Guau. Hablo con Nacho sobre su nueva peli “Soy Legión”
y las vicisitudes del guión y el negocio así como de esa genial idea que es
PHENOMENA.
Creo que la proyección es un éxito, la gente esta completamente
callada durante la peli. Solo aplauden y vitorean en el momento preciso. La
mujer que esta a mi lado da un par de botes en los sustos claves.
Boswell, Clements, mi amigo y yo continuamos la fiesta en un
bar de Sitges, perdemos a Lustig y Cerdá pero ganamos a Jake West y una actriz
que parece modelo. La chica es muy mona pero muy pesadita. Aprovecha que me
levanto al baño para sentarse a lado de mi amigo. Él es el dire claro. Más
cervezas y alguna copa y a lo tonto son las tres y media de la madrugada. Sigue
diluviando y así emprendemos la ascensión al hotel. Boswell tiene un paraguas “Of
course I’m english”, nosotros no, claro.
A penas 4 horas de sueño y otra vez en pie. Mi amigo tiene
una entrevista a las 9. Yo bajo un rato después. Desayunamos y charlamos con
Mark Walkow sobre como gente como Danny Trejo o Ken Foree se presentan en el
lobby del American Film Market en plan “Ay payo, contrátame en tu película”. Mi
amigo que el mes que viene justo viaja a Los Angeles al AFM sigue haciendo
entrevistas. Me despido y vuelvo a Madrid a la vida real con estupendo sabor de
boca y un ligero dolor de la cabeza, fruto de la resaca.