martes, 23 de octubre de 2012

Lover



El reloj marcaba las 7:35 de la mañana. Abrió los ojos y no supo reconocer donde estaba. Rápidamente se dio cuenta de que bajo la sabana estaba desnuda. Algo instintivo y primario que venía de la boca de su estomago le estaba poniendo la carne de gallina. De repente se encontraba aterrada. Su pie había rozado una pierna al otro lado de la cama. Tuvo que reprimir las ganas de chillar aunque todo en ella estaba gritando: “Sal de ahí ¡Corre!”. Se deslizo de la cama hasta el suelo. Allí estaba su ropa. Parte en el suelo (su ropa interior) y parte sobre una silla.
El hombre produjo una especie de ronquido que la sobresalto.  Se fijo por un instante en él. Era un hombre mayor, de unos 50 años o más, calculó. Y no era precisamente guapo. Tuvo que reprimir la nausea. Se llevo la mano a la boca pero su rabia pudo más. Grito con todas sus ganas. Las palabras salían atropelladas de su garganta: Violador, cerdo, cabrón… Se dirigió a la puerta con la ropa en la mano mientras gritaba para que avisaran a la policía. No hizo mucho más. El hombre le había asestado un puñetazo en la espalda en toda la columna. Cayo de bruces contra el suelo.
El hombre le susurro que se callase. Ella intentó gritar de nuevo al tiempo que hacia fuerza con sus brazos para incorporarse. Todo fue inútil. El hombre se abalanzó sobre ella y comenzó a golpearla con los nudillos en los riñones, dejándola sin respiración.  La tomo de la cabeza y echándola hacia un lado le partió el cuello.
El hombre se echo a un lado en el suelo y tomo aire. Estaba muy cansado. El esfuerzo físico que había tenido que hacer para matar a la chica le estaba pasando factura.
Recogió sus cosas rápidamente. Metió todo en la maleta y salió de la habitación. No lloro hasta que no se monto en el coche y empezó a conducir.
Cuando la policía pregunto al recepcionista de la noche acerca de la pareja afirmo: “Se les veía tan felices y cariñosos el uno con el otro que parece que estuvieran de luna de miel”.

lunes, 15 de octubre de 2012

24 hour Sitges people



Llego a Barcelona justo a tiempo para coger el tren  que conecta con el que lleva a Sitges. Tan justo que en pleno anden las puertas se cierran y veo alejarse el tren. Hasta dentro de media hora no pasa otro así que toca esperar y leer un tebeo de Doc Savage que me he traído para el viaje. Después de una noche en la que no he pegado ojo, estoy muy cansado así que me siento con mi bolsa y mi tebeo en el suelo del anden a esperar con otro montón de gente que va llegando. Cuando por fin tomo el tren que para en El Prat de Llobregat y tomo otro tren con dirección Sitges este se detiene por algún problema técnico y nos tiene así otra buena media hora. Comienza a llover mientras tanto. ¿He dicho a llover? A diluviar quería decir y así hasta que por fin el tren llega a la estación de Sitges. Parece que aquí solo chispea un poco, bien. Comienzo andar en dirección al Melia, donde se encuentra el Auditori y todos los invitados del festival. Comienzo a subir los 15 minutos de cuesta por unas calles que hacia seis años que no pisaba. Y lo que era una agradable llovizna se convierte en una tromba de agua increíble pero aquí estamos finalmente chorreando y empapado pero en el hotel donde se supone que tengo que encontrarme con mi amigo. El telefono no le funciona y no ha habido forma de localizarle. En un par de horas empieza una de las pelis que ha venido a presentar y entonces será imposible localizarle. Empiezo a pensar que no ha sido tan buena idea venir. De pronto como de la nada aparece mi amigo. Hacia ya varios años que no nos veíamos pero el reencuentro es calido… y humedo. Me dice si quiero cambiarme en su habitación y ponerme ropa seca. Se lo agradezco en el alma.
De nuevo en el hall del hotel, mi amigo me lleva hacia donde estan sentados algunos de los otros directores de su película. No hemos llegado hasta alli cuando la responsable de prensa nos dice, bueno a mi amigo, que si no preferimos pasar a la sala a esperar mientras llega la hora de la peli. Claro, porqué no. Después lo repite en ingles para el resto. La chica nos conduce hasta una puerta y la abre para que entremos. Y entonces es ese momento en el que me asomo y veo lo que hay detrás de la cortina del Mago de Oz…
La sala esta llena de sofas y tiene una barra con un camarero. El único ocupante de los sofas es Nacho Vigalondo que está tranquilamente sentado leyendo un libro. Mi amigo y Nacho ya se conocen. Vigalondo se me presenta muy amable. Charlamos un poco, descubro que finalmente tenía razón hace meses cuando tuitee que cierta pornstar va estar en la nueva peli de Vigalondo y rápidamente nos levantamos a por las primeras cervezas del día. Así es amigos la salita VIP tiene barra libre. A medida que van cayendo más cervezas, más directores se van uniendo en la sala; el noruego Thomas Malling con el comienzo a hablar de cine y acabamos hablando de la crisis, el japonés  Noburo Iguchi que no habla una palabra de ingles,  Jake West y la guapa Lucy Clements e incluso el mítico y genial músico de películas Simon Boswell. Por alli también pasa Denise Crosby, una de las jurados y actriz. De ella tuve cuando era niño durante muchos años un Playboy en la que salía desnuda. Que pena no conservarlo para que me lo firmara. La anécdota parece hacer gracia cuando la balbuceo en inglés. Tambien descubro quién es Makinov… Makinov es tan solo otra forma de decir Alan Smithee.
Llega la hora de la presentación, los “pegados” salimos a buscar nuestros asientos en el Auditori. La verdad es que ya salgo un poco mareado por las cervezas y no haber comido nada. El Auditori esta lleno a rebosar, hay muchas ganas por ver la película  y la presentación es muy divertida. Las cervezas siguen corriendo durante la proyección. No se si es la cerveza, el ambiente festivo o que, pero me lo paso pipa viendo peleas de perros, desmembramientos, todo tipo de torturas e incluso un water asesino.
Tras la proyección aprovechamos para comer un poco, una buena hamburguesa regada con más cervezas. Durante más de tres horas mi amigo y yo nos ponemos al día de nuestra vida, amigos comunes, familia y proyectos. Las cervezas siguen cayendo pero ahora el ritmo ha bajado. Empalmamos con la cena mientras Jaume Balaguero también cena unas mesas más allá.  Una mujer se acerca a felicitar a mi amigo por la película. La vio por la mañana y le afecto. Un gustazo. Incluso me cruzo con Miguel Ángel Vivas que se me queda mirando con cara de Yo-te-conozco-de-algo. Si, hemos coincidido muchas veces incluso, estudiamos juntos en la universidad, pero nunca nos hemos tratado realmente.
De nuevo una chica de prensa nos interrumpe diciendo que tenemos a William Lustig esperándonos en el coche. ¿Que el director de “Maniac” nos está esperando? Esto tiene que ser un sueño.  Nos montamos en el Mercedes en el que esta Lustig. Mi amigo me lo presenta y tenemos una agradable conversación mientras un chofer del festival nos lleva hasta el cine. El coche pasa entre los zombis que recorren la calle del pueblo, aguerridos aficionados que llenan las calles pese la incesante lluvia. El coche aparca y casi convierte en zombi real a un chaval, porque no estaba el freno de mano echado. Momento de tensión. Una cola da la vuelta a la manzana para ver la película. Alli nos encontramos de nuevo con Simon Boswell y Lucy Clements. Escuchar hablar a Simon Boswell y William Lustig sobre la música de Morricone en las pelis de Leone no tiene precio. Boswell me confiesa que lo que yo creo una idea genial (grabar la música antes de rodar y utilizarla en el set con los actores) , lo es solo en la teoría. Nacho Cerdá también se une a ver la peli de mi amigo. Guau. Hablo con Nacho sobre su nueva peli “Soy Legión” y las vicisitudes del guión y el negocio así como de esa genial idea que es PHENOMENA.
Creo que la proyección es un éxito, la gente esta completamente callada durante la peli. Solo aplauden y vitorean en el momento preciso. La mujer que esta a mi lado da un par de botes en los sustos claves.   
Boswell, Clements, mi amigo y yo continuamos la fiesta en un bar de Sitges, perdemos a Lustig y Cerdá pero ganamos a Jake West y una actriz que parece modelo. La chica es muy mona pero muy pesadita. Aprovecha que me levanto al baño para sentarse a lado de mi amigo. Él es el dire claro. Más cervezas y alguna copa y a lo tonto son las tres y media de la madrugada. Sigue diluviando y así emprendemos la ascensión al hotel. Boswell tiene un paraguas “Of course I’m english”, nosotros no, claro.
A penas 4 horas de sueño y otra vez en pie. Mi amigo tiene una entrevista a las 9. Yo bajo un rato después. Desayunamos y charlamos con Mark Walkow sobre como gente como Danny Trejo o Ken Foree se presentan en el lobby del American Film Market en plan “Ay payo, contrátame en tu película”. Mi amigo que el mes que viene justo viaja a Los Angeles al AFM sigue haciendo entrevistas. Me despido y vuelvo a Madrid a la vida real con estupendo sabor de boca y un ligero dolor de la cabeza, fruto de la resaca.