martes, 11 de septiembre de 2007

Calentura


Alguien me pregunto el otro día: "¿A donde van las adolescentes borrachas a las cinco de la tarde?"
"A mi cama". Me hubiera gustado contestar y es que el calor juega malas pasadas.
Gracias a Dios van pasando los calores del verano y las altas temperaturas y todo lo que ello conlleva. Esas chavalillas que ves en el metro o en el autobus con sus camisetas ajustadas de tirantes, sus piercings en el ombligo y la cadera adelantada invitando a la cupula. No importa la hora que sea, el deseo esta ahi acechante. Y el deseo no entiende de raza, color o religion. O sino mirad a esas latinas de curvas imposibles, esas chicas del este cuya delicadeza de sus rostros choca con la rotundidad de sus cuerpos, esas africanas cuyo culo desafia la ley de la gravedad... en fin. Ustedes saben.
Como decía el deseo no duerme. Esta esperando a que asome un escote, un centimetro más de piel o una mirada torrida. Porque amigos esto no es cosa de uno solo. Todos lo sabemos en ocasiones nuestras miradas se encuentran. Hay contacto visual, una energia que cruza el espacio que separa dos cuerpos. Eye contact que dicen los anglosajones, o bien puede ser mi cara con los ojos bizcos, la boca abierta y un hilillo de baba que pende de mis labios. No lo se. Estoy deseando que vuelvan los frios y los abrigos largos, que cese esta tortura y vuelva a la pureza espiritual que me caracteriza.
-Arriba una foto nada sutil de Roxane Mesquida.

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